Reconozcámoslo: Penguin, la nueva actualización de Google no ha resultado ser el animal adorable que todos esperábamos y nos ha trastocado a todos los que trabajamos en el posicionamiento SEO. Esperábamos un animal dulce y cariñoso y nos hemos encontrado esto:
Lo primero de todo, si no sabes de qué estoy hablando cuando hablo de Penguin te aconsejo que visites esta página. Ahora que todos tenemos las ideas claras sobre este nuevo algoritmo veamos… ¿por qué nos quita el sueño?
Porque el Pingüino ha declarado la guerra a toda técnica de posicionamiento que no sea natural: quiere que los contenidos se posicionen por aportar valor al usuario, por crear tendencia y por tener valor social, es decir, que sean compartidos y puntuados en las redes sociales. Esta es la clásica definición del objetivo de Penguin con la que, en principio, todos podríamos estar de acuerdo. El problema es que, por propia definición, el posicionamiento SEO engloba todas aquellas técnicas artificiales orientadas a posicionar una determinada página de modo que parezca lo más natural posible. ¿Os dais cuenta? Por propia definición toda acción SEO va a estar siempre perseguida por el Pingüino. ¿La solución? Trabajar lo más caóticamente posible.
Reconozcámoslo: Google es mucho más listo que tú y, por supuesto, mil veces más listo que yo. Pero en el fondo, el bot que va a indexar tu página no deja de ser una máquina que sigue unos calculos matemáticos y actúa por patrones. Si ejecutamos nuestras acciones SEO cuadriculadamente y metódicamente es cuestión de tiempo que nos pille y nos meta una buena colleja. Veamos los principales puntos en los cuales podemos cambiar nuestra estrategia.
– Los enlaces automáticos. Si, llenamos Internet con miles y miles de páginas que enlazan a la nuestra sin tener absolutamente nada que ver, de diferente idioma y con el mismo anchor text todas (misteriosamente nuestra principal palabra clave o el nombre de nuestra empresa)… ¿ese es vuestro concepto de parecer natural? Probemos otra cosa.
– La compra de enlaces. Buf… al Pingüino no le hace ninguna gracia. Eso de comprar 1000 enlaces por cien euros… en el fondo tiene las mismas consecuencias que el caso anterior. ¿Significa eso que no debemos comprar enlaces? ¿Por qué no? En el fondo… ¿un buen enlace comprado se diferencia en algo de un enlace natural? Nada de nada… Simplemente gástate los 100 euros en comprar un único enlace, de una página de la misma temática que la tuya con un Page Rank 5, al ser posible en la home… Verás el chute de juice y tráfico que inyecta en tu página.
– Construir todos los enlaces con el mismo anchor text. Seguimos en lo mismo… ¿sería natural que a esta página apuntasen 1000 enlaces con el anchor text «posicionamiento SEO»? Me da en la nariz que no. Seamos sensatos y utilicemos diferentes anchor text. Por ejemplo, a este artículo podríamos poner todo lo que se nos ocurra «posicionamiento SEO», «link building», «construcción de enlaces», «haz clic aquí», «entra en esta página», «SEO», «pulsa este enlace»… ¿a que cambia la cosa?
– Construir los enlaces de modo patronable, es decir, todos los días diez enlaces a la misma hora del día. NO NO Y NOOOO. Hemos dicho que hay que ser caóticos. Publícalos sin ningún tipo de orden. Cinco hoy, veinte mañana, siete pasado mañana… y a las horas más extrañas que se te ocurra.
– Hacer SEO y construir enlaces siempre desde la misma IP ¿Y por qué no nos ponemos un cartel luminoso que ponga que estamos haciendo SEO? Seamos sensatos y, si no podemos utilizar distintas IP al menos vamos a molestarnos en enmascarar la nuestra.
Creerme, el SEO caótico (pero siempre inteligente) funciona y tú… Why so serious? ¡Coméntanos cómo podemos mejorar nuestro SEO!
Certificados
